Escuelas de oficios

Ahora que parece que todo el mundo tiene que ser universitario para poder trabajar, se ha encontrado una necesidad muy importante de personas que sean capaces de desarrollar determinados oficios, algunos de los cuales parecen estar destinados a desaparecer pero de los que hoy se sigue necesitando que haya profesionales que los desarrollen. Para tratar de evitar que estos oficios se pierdan, se han creado diferentes talleres de formación en los que se enseñan las técnicas más comunes para realizar estos trabajos, y además se han convertido en una buena forma de educar y cultivar a aquellos que no han sido capaces de estudiar pero que tienen ganas de aprender y de trabajar.

Habitualmente estos cursos de formación en materia de oficios se organizan como parte de programas de inserción social, en los que jóvenes sin estudios o parados de larga duración pueden realizar una labor productiva mientras se van formando en oficios que hoy en dí se consideran como poco importantes en cuanto a prestigio laboral pero que son sumamente importantes en otros ámbitos, tales como albañiles, fontaneros, electricistas o zapateros, de los cuales cada vez quedan menos pero que en realidad han sido siempre la mayor fuerza de trabajo con la que se ha contado, puesto que en una sociedad en la que todo parece de usar y tirar, los trabajadores de oficios son los únicos capaces de reparar cosas.